Conceptos dispersos que definen la guatemalidad y subyacen en actividades diarias, rutinarias y protocolarias: aquí no hay pobres, solo gente que no quiere trabajar, no hay evasión de impuestos, no hay rones mejores, no hay pueblo más de al pelo, no hay desnutrición, no hay privilegios, no hay mujeres más guapas, no hay gente más alegre, no hay clavo, no hay tos, no hay racismo, no hay partidos políticos, no hay violaciones a los derechos humanos, no hay contaminación de ríos, no hay mejores chicharrones.
No hubo masacres, no hubo intervención antes, solo ahora; no hubo Pie de Lana, no hubo Sombrerón, no hubo Siguamonta y no hubo Cadejo blanco –el bueno que guía a los bolos– solo el negro. No hubo responsables de las muertes en el “Hogar Virgen de la Asunción”, no hubo patojas aventadas antes de casarse, todas iban derechitas con el cura o el pastor; no hubo quemada de canilla, tus cuernos se ven distinguidos; no hubo mano militar en la muerte de Gerardi, no hubo rechazo a Arjona –por eso se quedó– no hubo encomienda ni encomendados, no hubo racismo, no hubo comunismo con Árbenz, no hubo intervención de la CIA, no hubo campamentos para invadir Cuba, no hubo Guerra Fría, no hubo guerra caliente, no hubo tiempos mejores que los de antes, no hubo mejor selección de fútbol, no hubo huevón más grande, no hubo tal primavera, no hubo tal liberación, no hubo peor presidente, no hubo tipo más mula, no hubo “alertivo” que valiera, no hubo patoja más larga, no hubo muchacha más decente.
No hay esperanza para este país, no hay Estado de derecho. ¿Cuándo lo hubo? No hay derecho para la intervención extranjera. ¿Antes sí? No hay inversión, no hay ISR a maquilas, no hay impuestos a iglesias y colegios, no hay qué comer, no hay agradecimiento porque genero empleo, no hay mal que por bien no venga, no hay contador de chistes como Velorio, no hay lago más bonito en el mundo, no hay quién aguante a mi suegra, no hay quién por él, no hay presidente, no hay peor payaso, no hay mejor cerveza, no hay gas, no hay de piña, no hay agua caliente, no hay lugar en el motel, no hay vía, no hay zompopos de mayo, no hay de su talla, no hay que ser tan mula, no hay que ser de derecha, no hay que ser de izquierda, no hay que ser pura droga, no hay quien dé la cara, no hay líderes, no hay de ese vino, no hay como mi madre, no hay como la tuya, no hay peor ciego que el que no quiere ver, no hay legislatura más bagre, no hay tal corrupción, no hay colombiano bueno.
Fíjese que no se pudo, fíjese que está embarazada, fíjese que hace cinco minutos se fue, fíjese que hay otro problema con el carro, fíjese que ya subió el precio, fíjese que ya cerramos, fíjese que ya no la dan –en el cine–, fíjese que ya no hay taxis, fíjese que se quedó sin chance, fíjese que subió la tarifa, fíjese que se fugó disfrazada de guardia, fíjese que la coca se acabó porque se la consumió el gato, fíjese que fue el chucho quien lo mató, fíjese que ya no pude, fíjese que quién sabe, fíjese que a lo mejor.
No tenga pena, mañana se lo tenemos –eso quiere decir “hoy no”– no tenga pena, solo le hacemos un chapucito; no tengás pena, estamos con vos hasta el final; no tengás pena, mañana llego; no tengás pena, aquí tenés garantía y calidá; no tengás pena, mañana te deposito; no tengás pena, la próxima invito yo; no tengás pena, pagá con tu tarjeta y mañana nos arreglamos; no tengás pena nos tomamos el último y nos vamos; no tengás pena, lo hacemos sin condón y me controlo; no tengás pena cariño, tu mujer no se va a enterar… No tengás pena, se acabó el artículo.