La Internacional Socialista declaró que la CICIG en Guatemala era una intervención extranjera en el continente, luego el ex embajador en Guatemala Todd Robinson, habla contra la dictadura de Maduro en Venezuela desde su puesto como encargado de negocios en la embajada de Estados Unidos en esa nación.
Parece que el mundo funciona al revés en Guatemala, pues hasta hace poco decían que Robinson quería venezualizar Guatelinda y la CICIG era apoyada por el socialismo internacional. ¿Whata fuck? Diría John Milton en “El Paraíso Perdido”.
El gobierno está paralizado, la infraestructura vial hecha un desastre, la educación está por los suelos, al igual que la salud. Ahora, el paradójico mandatario ve la paja en el ojo ajeno, pues sigue a pies juntillas la política estadounidense de trasladar la embajada guatemalteca a Jerusalén –no por razones políticas, sino fundamentado en una visión neo-pentecostal mesiánica y por ende ignorante- pero dice ¡NO! a la injerencia en inglés, cuando los norteamericanos promueven aquí la lucha contra la impunidad.
Guatemala es así, somos camanduleros ideológicos para que nada cambie. Cuando se trata de defender el statu quo, vemos tomarse de la mano a la supuesta derecha nacionalista con la izquierda internacionalista. Un amigo suizo me dijo que eso siempre sucedía a la hora de defender privilegios en América Latina. La abundancia de paradojas políticas en Guatemala, solo se puede comprender por el hecho que la ideología es un instrumento para mantener un sistema basado en el derecho de unos pocos a ser ciudadanos de primera clase, en detrimento de la mayoría. La mejor ilustración de ello se refleja en la mitad de los niños desnutridos del país.
Los que condenan el aborto, defienden vehementemente la pena de muerte, es incomprensible como se busca defender el derecho a la vida y luego se trata de conculcarlo en otra etapa del mismo ser humano; solo en Guate. Cuando se habla de eliminar un privilegio, los beneficiados invocan la creación de empleos; sin embargo, las ganancias que esa diferenciación genera se quedan en pocas manos. ¿Por qué se democratizan pérdidas y privatizan las utilidades? Es algo que nos ha sumido en la situación donde estamos.
Me acuerdo que hablando con un dirigente empresarial, le explicaba mi posición sobre liberar la exportación de un commodity, utilicé argumentos de libre comercio y fue entonces que me expresó: “esas son teorías de la Marroquín y la cosa no funciona así”.
Las corrientes ideológicas, la política, psicología, religión y todo lo que quepa; es utilizado para mantener el esquema.
La coherencia dejó un vale, la visión cortoplacista de nuestra élite y la ignorancia alienada de las capas urbanas, han generado lo que tenemos hoy; una Guatemala profundamente desigual, donde nuestras miserias son justificadas a causa de la población indígena, los pobres huevones y ahora la comunidad internacional intervencionista; que fue conveniente en el 54, en el entrenamiento de tropas extranjeras en la Helvetia o en la doctrina de Seguridad Nacional; pero ahora no tanto, por estar de moda la lucha contra la corrupción en el mundo.
La desaparición de tu enemigo puede causarte la propia ruina y eso lo vemos con el final de la guerra fría, la bipolaridad en el mundo ocasionó que la potencia hegemónica en el istmo tolerara todo lo que aquí ocurría; eso permitió a la elite estar en una zona de confort que desapareció. La dinámica es hoy totalmente distinta, el “Macnitsky Act” es el ejemplo más reciente. Veremos lo que nos depara el 2018.