La participación es el pilar principal de la democracia, los derechos políticos de elegir y ser electo son el fundamento que rige los sistemas occidentales que han derivado en una libertad sin precedentes en la historia de la humanidad; por ello, siempre se debe ser precavido en desear situaciones totalitarias cuando los mecanismos de la democracia fallan. Si bien, el sistema democrático no es perfecto, es verdad que se trata de la menos grave en las formas de gobierno.
Nunca en la historia la humanidad había llegado a tal sofisticación en cuanto a la protección de derechos, por ello es tan importante la defensa de Ucrania ante la agresión de una Rusia que busca reverdecer laureles imperiales a costa de un país más débil. La agresión del premier ruso busca trastocar el orden internacional y sería un pésimo precedente para las naciones que no pueden defenderse.
Desde hace días existen rumores sobre el impedimento a la participación de ciertos candidatos para favorecer a otros; sobre todo, aquellos que pueden definir la elección contra el oficialismo. Lo anterior sería un terrible precedente que ya vimos en la elección anterior cuando no se permitió la participación de Thelma Aldana y Zury Ríos por tecnicismos típicos de nuestro sistema corrupto.
Ahora, se menciona que se busca excluir de la contienda a varios candidatos siempre recurriendo a tácticas mezquinas como señalamientos de campaña anticipada, limitantes constitucionales que en el pasado fueron liquidadas con la participación de Efraín Ríos Montt o anomalías en las asambleas partidarias. La idea sería eliminar competidores y, por ende, menoscabar la representatividad política en el país.
Lo más sano para estas elecciones es la participación de todos, los guatemaltecos tienen todo el derecho de elegir libremente a los postulantes; la oferta electoral debe contener a todos aquellos que estén en las preferencias del electorado; limitar esa participación redundará en presión social que podría en determinado momento causar un estallido.
La ausencia de representación es un factor de erosión en un sistema democrático e indefectiblemente puede derruirlo cuando los ciudadanos no se sienten representados.
Los rumores mencionan también a Mulet y Roberto Arzú para dejar la mesa limpia a determinados concurrentes que, de otra manera, verían muy reducidas sus posibilidades de triunfar en los comicios.
Aquellos y aquellas que llenen los requisitos mínimos deben tener garantizada su inscripción por parte de Tribunal Supremo Electoral, el cual, debe ser un ente facilitador de esta actividad toral para la democracia y garante de la transparencia en los resultados.
Buscar eliminar competidores de la contienda puede causar una presión gravísima para el sistema, los “nunca” tarde o temprano llegan y cuando lo hacen, las consecuencias pueden ser inconmensurables. Forzar la máquina puede hundir este buque llamado Guatemala que literalmente hace aguas por todos lados, aún cuando la élite no quiera verlo y se refugie en un estado de negación absoluto.